Las cañas pasaron a mejor vida y los gritos de “¡¡¡Un Whisky cola!!!!, ¡¡¡tres Gin tonic!!! ¡¡¡2 vodka limón!!! ¡¡¡unos chupitos de jägger Roge!!!” dejaron a Rogelio sin aliento, que no sabía como decir que solamente tenia 20 euros en el bolsillo. Sin aparentar nerviosismo, el tacaño de Rogelio se dirigió hacia la barra para preguntar cuanto costaba cada cubata “8 euros cada uno y 2 cada chupito de jägger, en total 70 euros” le dijo el camarero con una sonrisa en la cara.
Rogelio pensó en pedir a sus colegas hacer un bote común pero llevaba años queriéndose quitar el san Benito de “rata” por lo que no se atrevió. Así que fue un momento al baño para llamar a su madre y pedirle un ingreso de 50 euros para fotocopias. Cuando llegó la hora de pagar la ronda, Rogelio se ausentó durante unos minutos para ir al cajero a por el dinero. Finalmente volvió con los 70 euros y accedió a pagar sin rechistar ante el aplauso de sus amigos que inmediatamente volvieron a pedir cañas.