La familia de Emilio Cáceres Verdasategui ha recibido una reclamación de deuda por parte de Bankia refiriéndose a un préstamo que pidió el fallecido para comprar kiwis al por mayor. Emilio falleció hace 4 años en un accidente de piragua y el seguro náutico cubría en principio todos los préstamos existentes del asegurado.
La sorpresa de la familia Cáceres fue al recibir esa reclamación de 68’34 €, correspondiente a las 4 últimas cuotas pendientes de la cantidad inicial. Aparentemente un seguro náutico no cubre préstamos de esa índole, cubriendo sólo los correspondientes a frutas invernales y viviendas de menos de 20 metros cuadrados.
Los abogados de Bankia intentaron contactar con Emilio en el más allá a través de una médium, pero fue imposible al hallarse en el limbo, debido a que ni Dios ni Satán asumen a nadie con cuentas pendientes con una entidad más poderosa que ellos.
Mientras la familia no pague la deuda, Emilio podrá permanecer en el limbo con un plazo máximo de 5 años desde su fallecimiento. Si no se abona el importe, el alma de Emilio pasará a ser pulverizada sin posibilidad de reencarnarse.
