El pasado domingo, las urgencias del hospital Gregorio Marañón recibieron a un joven afectado de una parada cardiorrespiratoria tras haber esnifado un gramo de pólvora. Gracias a los servicios médicos, el joven fue atendido de inmediato y su vida no corre peligro, aunque sigue en observación pendiente de algunas pruebas.
Según cuenta el director del hospital, fueron los amigos quienes llevaron a su colega a urgencias ya inconsciente, asegurando que se había metido por la nariz una raya de 1 gramo de pólvora. A los pocos minutos, decenas de familiares llegaron al hospital para ver su pariente y pedir explicaciones a sus amigos sobre lo ocurrido. Finalmente estos acabaron confesando que solo pretendían gastar una broma a su colega el cocainómano, haber si conseguían que dejara esa mierda de una puta vez, para ello lo que hicieron fue comprar las típicas bombetas de navidad y ponerle un cierre de pan bimbo.
El ansia viva de su colega el yonki le privó de percatarse de que en el interior de la bolsita lo que había no era farlopa si no pólvora, a pesar de la diferencia notable del color. Nos cuenta un amigo que la raya era como de 10 centímetros y un dedo de grosor. "Se la metió del tirón el hijo puta" Cuenta uno de sus amigos. Seguidamente comenzó a sufrir convulsiones y perdió la consciencia. Una vez trasladado al hospital los sanitarios hicieron todo lo posible por salvar al muchacho y gracias a ellos no se teme por su vida.