Edwin Cory, un científico de 64 años, residente en Toronto, lleva estudiando el Jäger desde hace más de 10 años. Según cuenta Edwin para la CNN, todo comenzó cuando viajó a Alemania en 2004 a la boda de su sobrina Christine Cory. Al terminar el banquete, Edwin vio como el Bar-man servía 167 chupitos de Jägermeister para todos los invitados. “ En cuanto lo probé me cambió la vida, ahora no puedo dejar de beber Jäger, en cuanto me levanto me tomo un chupito y a funcionar, recuerdo que aquella noche me tomé unos 13” afirma.
“Mi sorpresa fue al día siguiente cuando empecé a recordar lugares y personas que formaron parte de mi vida infantil, no daba crédito”. El científico aseguró que incluso logró recordar el día de su nacimiento, algo muy cuestionable. Después de conseguir que sus compañeros de trabajo del laboratorio Quimical Brothers S.L. le creyeran, formó un equipo para investigar el funcionamiento de esta bebida en el organismo del ser humano. En pocos días consiguieron 43 voluntarios, quienes debían omitir el agua de su régimen alimenticio y cubrir la ingesta de líquidos solamente con Jägermeister durante 21 días.
Los resultados fueron 9 personas alcohólicas, 3 comas etílicos y 2 abandonos voluntarios, del resto no se sabe nada, desaparecieron por causas desconocidas. “A pesar de los nefastos resultados, yo sé lo que viví, y me sigue pasando. Esta bebida es buena para la memoria me caguen dios, y quién no me crea que se beba 2 botellas, mi diploma en la pared me avala, además si lo mezclas con Redbull aparte de recuperar la memoria te vuelves atractivo”, asegura.
Con esta noticia se teme que muchos jóvenes intenten beber 2 botellas del tirón, por lo que las autoridades de Toronto se estan planteando retirar el Jägermeister del mercado provisionalmente, algo que lamenta y mucho, Edwin Cory, "Si me tengo que ir a Nueva York a comprar Jäger, iré". Sin embargo en España no corremos ese peligro ya que nuestros jóvenes son muy responsables, educados y siempre beben con moderación.
