El laboratorio canadiense Keeper dirigido por los hermanos Frugzentrale ha detectado restos de carne humana en las albóndigas del IKEA. En total han analizado 7.500 albóndigas Köttbullar, donde han encontrado restos de uñas, huesos y bello púbico femenino.
En los últimos 12 meses han desaparecido 9 personas en la capital canadiense, todas ellas fueron vistas por ultima vez en IKEA y son de características similares, gran envergadura y avanzada edad. El ultimo caso fue el de una señora de 105 kilogramos y 51 años de edad que no volvió a casa después ir a comprar un armario.
Fue este ultimo caso el detonante y por el que los hermanos Frugzentrale acusaron a IKEA de utilizar la carne de las personas que fallecían intentando salir del recinto, “El laberinto de la muerte” como así lo llaman en Canadá. “Van cambiando las flechas y moviendo los pasillos para que las personas mayores y desorientadas se vayan deshidratando poco a poco, una vez muertas las trituran completamente y después las mezclan con la carne de vacuno” Asegura Clark Frugzentrale.
El ministerio de sanidad Canadiense advierte que dichas albóndigas han pasado los controles correspondientes y asegura que su ingesta no pone en peligro la salud del consumidor. Sin embargo los hermanos Frugzentrale acusan al gobierno de conocer la verdad, tapando y omitiendo información sobre las desapariciones. “Están involucrados en esta red criminal de canibalismo, se estima que las albóndigas Kötbullar dejan beneficios superiores a los 7 millones de euros anuales” concluye Clark.