Regresaron a su ciudad natal en 2008, tras vivir 10 años en Holanda, con la idea de crear una empresa legal que les permita cultivar marihuana medicinal y distribuirla de manera gratuita por todo el mundo. Para ello lanzaron una campaña de recogida de firmas que fue todo un éxito, consiguieron mas de 1.200.000 firmas solamente en España y presentaron el proyecto de empresa a la junta de Andalucía, que finalmente les acabo dando el visto bueno.
Gracias al dinero que recaudaron vendiendo bicicletas robadas y a una subvención del gobierno de 13.000 euros, se compraron 100 metros cuadrados de invernadero y comenzaron a cultivar marihuana medicinal, para proceder a su posterior distribución, siempre de manera altruista. Esta pareja de monjas asegura que no venden ni un cogollo, "nos mantenemos a base donaciones anónimas que recibimos en nuestra web www.elcogoñodelseñor.com, no queremos dinero, nuestro objetivo es que todas las personas de este planeta puedan fumarse un porro de nuestro cultivo”. También hacen galletas, mantequilla, bufandas o incluso relojes de marihuana.
,