Doris Ayling no daba crédito a la noticia aunque el documento enviado por el hospital tenía correctamente escrita la fecha de nacimiento de la mujer, nombre, apellidos y dirección, por lo que sus hijos estallaron en risas. Pero sorprendentemente no se trataba de una broma.
Cuando Doris acudió a la clínica para aclarar el caso, le confesaron la verdad, había sido objeto sin su consentimiento de un estudio interno en el que han participado 4 laboratorios diferentes, el objetivo era conseguir inseminar a una anciana mayor de 90 años. Para ello aprovecharon una de sus eternas siestas, y con mucho cuidado sin que se despertara le inseminaron el semen mas fértil de todos los bancos de reino unido. Ahora el hospital se ofrece a indemnizar a la abuela y a pagar los costes del aborto.