La universidad de Western Ontario ha concluido un estudio realizado a 300 personas de diferentes razas y clases sociales, en el que demuestran que el tamaño e incluso la forma de nuestras narices son una consecuencia de nuestra ideología política.
El principal artífice de esta investigación, el Doctor Walter Z. Nose, comenzó a sospechar a raíz de fijarse en el estereotipo judío de nariz grande, y trato de buscar significado. En este caso no sacó conclusiones aclaratorias, pero le llevó a fijarse en la ideología política y descubrir la relación.
Al parecer, las personas de gran nariz tienden a ser seguidores de las políticas de derechas, debido a que quieren meter sus narices en todo y denotan una ambición capitalista, mientras que las personas de nariz pequeña se centran en sus asuntos siendo más humildes. Los olores son clave en el estudio, “quien huele más, es decir, gente de nariz grande, tiene más ambición”.
El movimiento “Krilin Presidente” ha emergido a raíz de este descubrimiento, ya que el famoso luchador carece de nariz, y sería la definición de político de centro más perfecta posible. El exlíder del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado que seguirá la imagen de Krilin y pasará por quirófano para extirparse la suya y volver a ser un fuerte candidato a la presidencia.