La Policía Local de Laredo (Cantabria) ha identificado al muchacho que robó un poni para volver a casa después de una noche de fiesta, así lo ha revelado el diario montañés, añadiendo que no es la primera vez que este joven repite hazaña.
Según varios testigos, al salir del After este individuo acudió a una finca próxima donde viven varios ponis en cautividad, para montar en uno de ellos y emprender rumbo al pueblo de alado, Colindres. Ni corto ni perezoso, tomó el carril bici pasadas las 07:00 de la mañana ante la incredulidad de los conductores y de algunos ciclistas que pasaban por allí.
Con ayuda de algunos atajos, el chaval consiguió cruzar los 4 kilómetros que separan Laredo de Colindres sin que la Guardia Civil ni la Policía Local lo interceptaran a pesar de haber recibido ya algunas denuncias.
Sorprendentemente, este personaje tuvo la decencia de parar en una fuente para que el poni repusiera líquidos. Una vez descansado el animal, continuó por la carretera general hasta una panadería, donde volvió a estacionar el poni, para comerse junto a el 2 napolitanas de chocolate recién hechas.
Finalmente y después de 2 largas de ruta, el muchacho llegó a su casa, y una vez allí tuvo la brillante idea de amarrar al poni a una farola que está a tan solo 6 metros del portal, cosa que sirvió a la policía local de Colindres para identificar a E.G.D de 23 años de edad y acusarlo de allanamiento de morada y maltrato de animal.